El fútbol es un espectáculo que cuenta con diferentes actores; los jugadores, cuerpo técnico y árbitros, la policía, dirigentes y finalmente los espectadores. Pero en esa relación, solo hay un sector que sufre avasallamientos, humillaciones y prepotencias: los hinchas del fútbol de Salta.
Desde hace algunos años los verdaderos protagonistas de cada partido son los efectivos policiales: diagraman el operativo, deciden quién entra y quién no, que debe llevar consigo el que ingresa al estadio y también como se debe alentar a un equipo.
En Salta pasa lo siguiente: se puede ingresar X cantidad de instrumentos o banderas, establecidos de manera arbitraria por alguien detrás de un escritorio; en Salta está prohibido ingresar globos o papel picado; en Salta tenés estadios con muchos accesos y suelen utilizar uno o dos con filas interminables; en Salta pagas para ver un partido de fútbol en el entretiempo. En Salta también, dependiendo el humor del oficial, te sacan las zapatillas para ver si llevas un arma, te tiran los caballos en las filas, te miran y te insultan esperando una reacción.
Hasta acá, nada que no sepan todos los asistentes a un espectáculo de fútbol. Y se acentúa porque cada vez que un equipo de Salta viaja a otra provincia, el trato con la policía es muchas veces diferente. Es más, al observar por los medios de comunicación cada partido se aprecia que se mantiene el cotillón y todo lo festivo que rodea al deporte más hermoso del mundo, y esto en Salta, no pasa.
Ahora bien, como el escenario no cambia, la solución, ante la incapacidad de las autoridades del gobierno, debería ser encarnada por los mismos hinchas. El mundo del fútbol tiene muchos ejemplos que vamos a describir brevemente en esta nota.
El caso inglés
En Inglaterra se creó la Asociación de Aficionados de Fútbol (Football Supporters Association), con hinchas de equipos de ese país y también de Gales. El objetivo es luchar contra la mercantilización del futbol y el antecedente más reciente es la intención de los clubes más poderosos en crear la Superliga Europea, que fue combatida por cientos de movilizaciones de simpatizantes que finalmente incidieron en los dirigentes y dueños de clubes para que no se lleve a cabo.
Kevin Miles, presidente de la FSA, afirmó en una entrevista que “no solo las organizaciones de fans impulsamos un cambio legal en la forma en que debe gestionarse el fútbol. Esto es un movimiento que engloba todos los niveles de la sociedad. Hay una toma de conciencia de lo importante que es el fútbol para el interés de la comunidad y nuestra cultura. No podemos permitir que se autodestruya por la codicia de quienes piensan que esto es solo un producto televisivo”.
La lucha argentina contra las Sociedades Anónimas
Durante el gobierno de Mauricio Macri se intentó avanzar en la creación de las Sociedades Anónimas Deportivas, primero con la idea de reformar el estatuto de la AFA. La figura de las SA corría al socio de su rol político y social en las esferas de los clubes. Esto motivó una gran organización en todo el país para enfrentar la avanzada de las Sociedades Anónimas.
Se creó la Coordinadora de Hinchas, que realizaron desde el 2018 diferentes intervenciones y movilizaciones para resistir la llegada de empresas al manejo institucional de los clubes. La acción política de la Coordinadora, que continúa su trabajo hasta el día de hoy, tiene su fuerza en la defensa del rol social de los clubes, la práctica deportiva y el espacio colectivo público.
“A partir de esta problemática se forma la Coordinadora de Hinchas, personas que decidimos organizarnos porque amamos a nuestros clubes y estamos dispuestos a defenderlos. A defender no sólo su fútbol, sino también cada disciplina deportiva, cultural y social que en ellos se desarrollen. Por eso, esto no es una cuestión de un club en particular o de una institución, esto es un problema social”, afirmaron en su primer comunicado en redes sociales.
Brasil y la lucha contra el fascismo
En el vecino país se creó en el 2014 la Asociación Nacional de Torcidas Organizadas (ANATORG), con el fin de combatir la criminalización que sufrían las hinchadas en manos del Estado y sus funcionarios policiales, como así también de los medios de comunicación.
Durante el gobierno de Jair Bolsonaro las acciones de ANATORG fueron mucho más fuertes, ante el avance de prácticas fascistas en estadios y favelas brasileras. Más de 200 torcidas se unieron y participaron en marchas en contra del fascismo y del abuso policial.
Rosana da Cámara Teixeira, de la Universidad Federal Fluminense, publicó un estudio donde definió las principales luchas de la asociación de torcedores brasileros: mercantilización del fútbol y disciplinación de los actores del espectáculo.
¿Qué hacer en Salta?
En nuestra provincia se replican las experiencias antes mencionadas: disciplinamiento del hincha, con la humillación frecuente y la utilización de prácticas represivas; la mercantilización del fútbol, con entradas cada vez más caras limitando el acceso a los estadios; el aplazamiento de todos los elementos que forman parte del universo del fútbol argentino, combatiendo con las herramientas del Estado las manifestaciones populares.
De esta manera, si no existe una organización horizontal de los hinchas salteños será difícil romper con la hegemonía del aparato policial que se transformó en un actor decisivo en cada partido. Simpatizantes, socios y fanáticos de la redonda deben transformar una realidad que no hace otra cosa que alejar al público de los estadios.
La acción colectiva es la verdadera herramienta para defender la cultura de la pasión más emblemática de todos los argentinos, que hoy está en peligro.
Nota: Juan José Vargas
Fotografía: Leandro Herrera